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Mauricio Cano 240320

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Mauricio Cano, vocación por la plástica

Luis Durán

Martes-24-Marzo-2020

Cuando cursaba la educación primaria en su natal Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, a Mauricio Cano sus maestras siempre lo pasaban al pizarrón para dibujar los mapas e ilustrar las clases de geografía e historia. Ese talento nato para el dibujo le dio enormes oportunidades a lo largo de su carrera.

En 1985 comenzó sus estudios de arquitectura en la Ciudad de México. Al inicio le gustó mucho la carrera, y en las materias relacionadas con el arte y la geometría siempre le iba muy bien, pero luego llegaron las asignaturas relativas a los espacios físicos y, cuatro semestres después de haber iniciado, descubrió que la arquitectura no era lo suyo.

Gracias al consejo de un amigo y una prima decidió estudiar diseño gráfico, porque le llamaban la atención los trazos. Se dio a la tarea de buscar una escuela que cumpliera con sus expectativas, y la encontró en la Universidad Autónoma de Guadalajara. Así, comenzó esta licenciatura en la UAG, en 1985.

Durante su formación universitaria aprendió más sobre técnicas e historia del arte. Uno de sus profesores fue el maestro Gustavo Aranguren, eminencia en el ámbito de la pintura, con quien tuvo la oportunidad de hacer varios trabajos, y eso fortaleció su gusto por el arte y la pintura. Gracias a su talento, cuando Mauricio Cano cursaba el tercer semestre, una de las profesoras lo invitó a trabajar en un despacho de diseño. Posteriormente se integró a una agencia de publicidad.

En 1992 lo invitaron a trabajar en su alma mater como director creativo en la Dirección de Comunicación y Desarrollo, que en ese entonces estaba a cargo de la señora Rosalía del Castillo.

“Fueron años muy felices, muy padres, porque trabajaba en lo que me gusta y nos daban libertad para proponer ideas y meter el rollo artístico”, comenta.

En ese tiempo comenzó a combinar la publicidad con el arte, y a definir su gusto por la acuarela. Precisamente fue el encargado de realizar pinturas en acuarela basadas en las diferentes áreas de la UAG, y una de ellas se destinó a la Rectoría.

“Trabajar aquí fue padrísimo; el hecho de que te contrate la universidad después de que egresaste, que fuiste estudiante, es muy lindo también”, indicó el pintor.

En 1998 se fue a Veracruz, donde uno de sus hermanos lo invitó a hacer un tríptico para el hotel Fiesta Americana, y para ilustrarlo pintó una escena marina. Mauricio entregó el original al dueño del hotel y éste quedo fascinado, al grado de pedirle más pinturas para decorar las habitaciones y otros espacios del establecimiento.

De esta manera, poco a poco, más hoteles conocieron su trabajo, y así prosperó su carrera artística. En su experiencia se encuentra el haber hecho pinturas para Grupo Posadas, el hotel Quinta Real de Monterrey, Marriot Reforma, Acapulco Princess Fairmont, PepsiCo y Fiesta Americana Puebla.

Luego de colaborar para varias empresas y coleccionistas particulares en México, lo llamaron de España, a donde tuvo la oportunidad de enviar uno de sus trabajos.

“Al principio no te la crees. Tú dices: ‘Bueno yo hago mi chamba’, pero gracias al internet todo se globaliza, y la ve gente que tú ni siquiera tienes idea de que existe”, comentó el artista y egresado de la UAG.

Ahora ya cuenta con la experiencia de haber enviado pinturas a Estados Unidos y Argentina.

Alegría navideña

A finales del año pasado, el Vicerrector General de la UAG, Lic. Antonio Leaño del Castillo, invitó a Mauricio a hacer una pintura sobre la Navidad, que se usó para ilustrar la tarjeta de felicitación que se envía a la comunidad universitaria y a diversas instituciones.

Así nació la acuarela Alegría navideña. En ella se combinan colores cálidos y fríos para simbolizar la paz. En lo alto hay una estrella de Belén y un haz de luz sobre el que se posan dos ángeles, quienes a su vez sostienen una piñata como signo de abundancia.

La composición incluye a un niño y una niña, emblema del hombre y la mujer formándose en la Universidad. También hay tres magueyes, que son un ícono de Jalisco y representan a los mártires de la Libertad de Cátedra.

Más abajo se encuentran dos tecolotes, uno de ellos un bebé con gesto de asombro; este simboliza a un estudiante de la UAG que está aprendiendo, y el otro es un adulto, en el que se representan a los profesores de esta casa de estudios. En la pintura también se muestran otros símbolos mexicanos, como un perrito chihuahua, un papalote y tres globos con los colores de la bandera patria.

Para Mauricio Cano, tener la oportunidad de realizar esta pintura para la UAG fue algo muy gratificante, y le hizo sentir privilegiado el que su alma mater lo eligiera para este trabajo artístico. “A través de nuestra vida, yo creo que lo que más recordamos, o por lo menos yo, es la universidad, porque significa mucho: significa el aprendizaje, tus maestros, los amigos que hiciste”, concluyó Mauricio.

Mensaje a estudiantes de la UAG

“Disfruten la universidad, disfruten a sus profesores, a sus amigos. Y lleven en alto el nombre de esta Universidad, en la cual aprendieron. Ténganla presente en sus trabajos, y cuando estén laborando en distintas empresas, digan con orgullo que son egresados de la Autónoma de Guadalajara”, dice a los estudiantes el también egresado Mauricio Cano.

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