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Opinión Elvira Zorrero 260320

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Propósitos del 2020 para la educación

Elvira Zorrero Lara, Máster en Educación

Jueves-26-Marzo-2020

El inicio de un año es la oportunidad perfecta para establecer objetivos, que en la mayoría de los casos son de naturaleza personal; sin embargo, en el área educativa no sucede así: una sola persona no puede establecer los objetivos y mucho menos lograrlos por sí misma, porque en el proceso educativo intervienen diversos actores: autoridades competentes, alumnos, padres de familia, instituciones educativas y docentes.

Lamentablemente, no siempre se dan las condiciones para que todos los actores mencionados coincidan. Por una parte, la autoridad educativa es omisa en proponer reformas que empoderen a los estudiantes, y no tiene una visión clara de la educación ni de los desafíos del siglo XXI. En cuanto a los estudiantes, están deseosos de aprender y transformar el mundo en un lugar mejor, pero perciben que su paso por las aulas no los acerca a la realidad.

Ahora bien, los padres de familia están saturados de compromisos, y ello les impide pasar tiempo con sus hijos; además, reciben un bombardeo constante de información contradictoria, lo que les dificulta tomar decisiones.

Con respecto a las instituciones educativas, estas se embarcan en actividades que las distraen del verdadero propósito pedagógico, que es el enfoque en los estudiantes y no tanto en las necesidades de los padres de familia y de los docentes, y en cumplir los requerimientos que establece la autoridad educativa, que, como decíamos, a veces no comparte la misma visión.

Y luego tenemos a los docentes, en quienes recae la responsabilidad directa de facilitar el aprendizaje de los alumnos, pero con frecuencia carecen de acompañamiento.

Es importante el transformar la educación, pero todo cambio requiere tiempo; es un hecho que los alumnos ya están listos, pero ¿qué hay del resto de los actores del proceso educativo?

Si pudiéramos elegir para cada uno de ellos un propósito para el año que comienza, podríamos decir que para las instituciones educativas es que vean en la capacitación a un aliado, que debe estar siempre presente y no solo al inicio de cada ciclo escolar. En cuanto a los padres de familia, algo muy positivo a lograr en 2020 es formar un verdadero equipo con las escuelas y los docentes. El propósito de este nuevo año para las autoridades educativas sería ver en la educación la clave para el progreso de nuestro país, y actuar en consecuencia.

Por último, será fundamental que en el presente año los docentes comprendan que el centro del quehacer educativo está en los alumnos, y deben transformar sus clases en verdaderos espacios de descubrimiento y adquisición de aprendizaje.

La mayoría de los propósitos mencionados solo requiere la voluntad de los involucrados, por lo que, en definitiva, uno de mis deseos para este 2020 es que todos los que tomamos parte en el proceso educativo hagamos lo que nos corresponde para preparar a niños y jóvenes y ayudarlos a convertirse en ciudadanos globales, capaces de desenvolverse de manera recta en cualquier parte del mundo.

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